El autor, un neurocientífico, utiliza tecnología de imágenes cerebrales para investigar lo que sucede en el cerebro de los perros cuando experimentan diversas situaciones y emociones.
Este libro está lleno de investigación científica y de entrañables historias personales. Berns entrena a su perra Callie para permanecer quieta dentro del escáner y así no tener que sedarla en ningún momento.
Valoramos como ningún otro el estrecho vínculo entre los humanos y los perros. Son leales, obedientes y cariñosos; de veras el mejor amigo del hombre. Sin embargo, ¿nos quieren nuestros perros tanto como nosotros a ellos? El neurocientífico de la Universidad de Emory había pasado casi dos décadas aplicando la tecnología de imágenes por resonancia magnética para estudiar cómo funciona el cerebro del perro, pero le picaba aún una cuestión: ¿Qué está pensando mi perro?
Después de que su familia adoptara a Callie, una perra cruce de terrier delgada y huidiza, Berns decide que sólo había una forma de responder a la pregunta: utilizar el aparato de resonancia magnética para escanear el cerebro de la perra. Sus colegas habían desechado la idea porque, como todo el mundo sabe, hay que inmovilizar o sedar a los perros para poder practicarles escáneres. Sin embargo, Greg pensó que si el ejército podía entrenar a perros para operar en las situaciones más difíciles, él también podría hacerlo para que accedieran voluntariamente a someterse a una sesión de resonancia magnética.
Con esta convicción radical, Berns y su perra se embarcan en un notable viaje para ser pioneros en vislumbrar el funcionamiento interno del cerebro canino. Para ello tuvieron que esforzarse en superar toda suerte de obstáculos: técnicos, legales y de conducta. La investigación de Berns ofrece resultados sorprendentes sobre la forma en que los perros empatizan con nuestras emociones, cómo nos quieren y por qué perros y humanos compartimos una de las amistades más notables en el reino animal.
Cómo nos aman los perros responde las viejas preguntas de los amantes de los perros en todas partes, al tiempo que ofrece nuevas evidencias que los perros deben ser tratados como trataríamos a nuestros mejores amigos humanos: con amor, respeto, y aprecio por su inteligencia social y emocional.